viernes, 7 de noviembre de 2014

Vestido Murillo

Hola guapinos y guapinas,

Qué tal estáis? Yo estupendamente porque por fin es Viernes y este fin de semana toca escapadita al pueblo. Me encanta ir para estar cerca del campo y respirar aire puro, que a todos de vez en cuando nos hace falta. Si vosotros también os escapáis el fin de semana y subís a la montaña, abrigaros bien que va a hacer mucho frío.

A lo que vamos, hoy os voy a enseñar la mitad de mi proyecto de final de curso. Y digo la mitad porque presenté dos looks. No sé por cuál me decanto de los dos, ambos tienen mucho trabajo y me llevaron meses de trabajo.



Este vestido amarillo oro, muy chillón, sí, pero todo tiene su explicación. Mi proyecto trataba de la representación el arte de la belleza y la fealdad a través de las clases sociales, más concretamente en la Pintura Barroca Española (mi etapa preferida dentro de la pintura española).

Elegí el Barroco por los contrastes, son cuadros muy teatrales, pero dependiendo de la realidad social que representa adquiere un ambiente de realismo brutal o se dulcifica. Mi ideal de belleza dentro de esta época son las imágenes de la Virgen y los retratos de corte, sobre todo estos últimos me sirven como base de crítica de la compra del encanto y el atractivo.







El vestido es creado en shantung de seda amarillo oro. Elegí este color porque representa la riqueza, y representa exactamente mis pensamientos acerca de la barroquización de esta. Todo el diseño gira entorno a ella, la simetría de las mangas en contraste con la deformidad de la falda.

Imagino que os habrá llamado la atención el bordado de la pechera. Igual os resulta familiar, se trata de un cuadro de Murillo que podéis visitar en el Museo del Prado, si vivís en Madrid o vais a visitarlo alguna vez. El título del cuadro es La Virgen del Rosario.

Por último, deciros que el bordado está hecho completamente a mano por mí y que el punto que he utilizado es el matizado. Si decidís hacer algo con este tipo de puntada, saber que requiere paciencia. Yo tarde cuatro meses y una ciática en terminarlo jaja. Pero creo que mereció la pena.



Espero que os haya gustado. Las fotos las tuve que hacer yo, porque a última hora me quede sin fotógrafo y el retoque igual.
Maquillaje y peluquería es obra de mi gran amigo Samuel Miranda.
Y la preciosa modelo con la que tuve la suerte de contar es Silvia Higuinen.

Hasta pronto, besiños.

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